Fases y tipos de hongos en las uñas.

Fases y tipos de hongos en las uñas

Los hongos en las uñas (u onicomicosis) es una patología muy extendida.

Se trata de uno de los motivos de consulta más frecuente en las consultas de podología. No obstante, no siempre que hay una alteración visible en la uña, hay también hongos, ya que la uña puede alterarse por muchas razones (traumatismos o microtraumatismos, psoriasis…).

Vamos a ver, pues, cómo se presentan los hongos en las uñas.

Las distintas fases desde su comienzo hasta la invasión total de la uña

En la piel y en las uñas siempre hay bacterias y hongos.

Es la flora cutánea que, si todo está bien, está en equilibrio y no permite que haya infecciones de ningún tipo. Ahora bien, cuando hay un desequilibrio por la toma de ciertos medicamentos, ciertas enfermedades, exceso de sudoración, mala circulación u otras causas, los hongos tipo levadura pueden colonizar e infectar.

Algunas veces la infección será causada por dermatofitos, unos hongos que se contagian de persona a persona o de animal a persona, aunque también van a ser más propensos a contagiarse aquellos pacientes que presenten ciertas enfermedades, mala circulación y lo nombrado anteriormente.

1.- Cuando hay una infección por levadura o dermatofito puede comenzar habiendo una capa blanca o una manchita sobre la uña. Si aparece una mancha, ésta puede estar ubicada en cualquier zona de la uña, aunque frecuentemente estará cerca del borde libre y en un lateral. Además, puede ser superficial o subungueal (por debajo de la uña).

 

2.- A medida que el hongo va infectando la uña, la mancha va a ir creciendo. Es habitual que forme una línea que desciende hacia la zona de la matriz, la raíz de la uña. A menudo estas manchas tienen un color blanquecino, amarillento o anaranjado. Esta fase puede durar mucho tiempo. El hongo irá invadiendo las diferentes capas de la uña. Esta también puede comenzar a engrosarse y despegarse.

 

3.- Hay veces que el hongo infecta toda la uña y todas sus capas provocando una onicomicosis total distrófica. Se trata de una uña de aspecto engrosado, astillado, de color amarillo y con el interior hueco o parecido al serrín. En estos casos la matriz también estará afectada y será difícil curar la uña del todo devolviéndole el aspecto original. Muy frecuentemente también estará afectada más de una uña.

¿Cómo se diagnostican los hongos?

Es importante que, ante la sospecha de infección fúngica en las uñas, se acuda a un especialista.

En consulta podremos tomar un cultivo para saber ante qué tipo de hongo estamos y qué tratamiento va a ser efectivo.

Como ya hemos dicho, las uñas son infectadas por dos grandes grupos de hongos: las levaduras y los dermatofitos1 y, al igual que ocurre con las bacterias, algunos hongos son resistentes a ciertos medicamentos.

Tratamiento

Es frecuente que la piel también esté infectada y presente, por ejemplo, pie de atleta.

En este caso podrían aparecer pequeñas fisuras entre los dedos acompañadas de maceración y mal olor.

En ese caso es muy importante que también se trate la piel. Hoy en día contamos con tratamientos orales y tópicos. Según el grado de afectación de la uña y el tipo de hongo se recomendará un tratamiento u otro.

No es lo mismo tener afectada una esquina que tener afectada media uña, incluyendo la matriz. Cuando la afectación es leve se podría limpiar la zona afectada y aplicar un tratamiento tópico, pero cuando estamos ante una afectación mayor va a ser necesario incluir un tratamiento oral, el cual va a ir favoreciendo un crecimiento sano de la uña desde la raíz, mientras que el tratamiento tópico actúa sobre la zona más distal de la uña.

En algunas ocasiones será necesario, además, retirar la uña por completo.

No obstante, siempre es mejor prevenir antes que curar, por tanto, ¿cómo se pueden evitar los hongos en las uñas?

Prevención

Es importante mantener una buena higiene en los pies:

- Mantener los espacios entre los dedos limpios.

- Secarse muy bien entre los dedos después de la ducha o del baño.

- Evitar ir descalzo en zonas públicas.

- Usar calcetines o medias de materiales transpirantes.

- Evitar calzado de materiales plásticos que favorezcan la sudoración y la maceración.

- Utilizar cremas antitranspirantes en el caso de tener exceso de sudoración.

- Lavar los calcetines con frecuencia.

Como conclusión podemos decir que hay dos tipos de familias de hongos y que es importante identificarlos antes de aplicar o tomar cualquier fármaco.

Cuando existe una sospecha de hongos, lo más conveniente es acudir al podólogo para que éste determine si podría tratarse de hongos y si es necesario tomar una muestra para hacer un cultivo.

Pero, para reducir las posibilidades de padecer una onicomicosis, lo mejor que podemos hacer es mantener unos buenos cuidados de la piel siguiendo unas pautas básicas de higiene.

1 H.W. Gubelin, C.R. de la Parra y F. L. Giesen (2011), Micosis superficiales. Revista Médica Clínica Las Condes, Vol 22, nº6, págs. 712-851.